El gestor cultural en danza, bailes tradicionales y de salón, vive para la danza, está involucrado en todos los procesos de la ciudad en torno al tema y su compromiso es palpable.

Escena.
Walter es consejero de Danza para Medellín por cuatro años más, con un proceso continuo por 16 años. “Ha sido motivante porque he visitado a otros grupos para mirar qué necesitan y fomentar en el Consejo de Cultura el apoyo adecuado. Antes de estar allí no se tenía claro que necesitaban los grupos. Ahora estamos en un proyecto para tener política pública, la cual está nacional, más no en la ciudad”. Está escribiendo sobre lo que hacen en danza. Mantiene uno de los proyectos para promover la danza folclórica en los colegios para niños y jóvenes y sigue danzando.
“Cuando tenía siete años, tuve un accidente y sufrí fractura de cadera y en las piernas, pasé por varias cirugías, me ayudaron a pararme las artes marciales. Después buscando flexibilidad comencé a bailar en un grupo en Colinas de Enciso”, manifestó Walter quien vivió en Cristo Rey, San Rafael y hace varios años en la Colinita.
Viviendo en Colinas de Enciso, su primer profesor de Porro Paseado, fue el maestro destacado en Antioquia, Elkin León Giraldo, del Ballet Danza Lantina, dirigido por Pedro Betancur, reconocido en el país, al igual que el maestros Alberto Londoño, fallecido, quien le aconsejaba que siguiera enseñando las danzas y promoviera la cultura. “Me hacía al frente de un sitio llamado El Viejo París, donde bailaban Porro Marcado, más movido y de vueltas y mis maestros como eran tradicionales me decían que no era porro” Sin embargo él aplicó los pasos que veía y fue aprendiendo. Su familia siempre motiva y apoya, siguen animándolo a estar en a danzar y a enseñarla.

“Yo llevo 30 años bailando y unos 26 años como profesor, enseñando a bailar las danzas tradicionales, populares y de salón. Estoy Licenciado en educación básica y danza en la Universidad de Antioquia y también soy Tecnólogo en actividad física del Sena”. Danzó ocho años con el grupo de la U de A, con el maestro Walter Gómez. Alternó con estudios en la EPA, y no solo se quedó ahí, comenzó a viajar para conocer realmente como se bailaba la Cumbia en la Costa Caribe. Además, es casinero, bailando la salsa cubana la cual aprendió en Cali. Trabaja con dos compañeras enseñando a bailar el Porro Marcado que es el que se baila en Medellín, Myriam Suaza Magister de la U de A, gestora de la propuesta Aporrear y Yenny Olaya, Licenciada en educación básica en danza también de la U de A y directora de Unitango . Se ganaron un Estímulo para el Arte y la Cultura, con recursos de PP de la Secretaría de Cultura, con Historia del Porro Marcado en Escena. Trabajan para patrimonializar el Porro Marcado, lograr un presupuesto para promoverlo y enseñarlo cómo se bailaba y la evolución hasta hoy.