El Recreando Nazca de Campoamor es un espacio de recreación para niños y niñas desde donde han nacido adultos, profesionales y amigos del voluntariado. Ana Rocío Hernández, tecnóloga en recreación y en danza, comparte su experiencia en este Recreando.
En el año 2000 Javier Rodas, era quien dirigía el voluntariado de recreación, se llamaba, Cuadras Recreativas y era en la carrera 54, Javier me invitó a participar del proyecto en mi cuadra, pero en ese momento estaba muy ocupada trabajando en danza y recreación en colegios y como apoyo del voluntariado de recreación en Belén las Violetas.
En el año 2006 mientras el voluntariado de recreación en Campoamor lo llevaba Doris Alicia Ceballos Pastor, quien dirigía el grupo en la parroquia Jesús Obrero. Me acerque a ella y le comenté que quería ayudar en esa labor con los niños del recreando y fue así que llegue aquí. Cuando ingresé no me exigieron nada. Más adelante el INDER hizo unas pruebas físicas, recreativas, de competencias lógico-matemáticas, y pruebas sicotécnicas y pasé. Fue un logro maravilloso para mí. Después los requisitos cambiaron, únicamente era tener amor por los niños aportando a su desarrollo humano e integral.
Nos reunimos con los niños y niñas dependiendo de la actividad y el tiempo mío y el de ellos, hay temporadas que la reunión es cada ocho días o 15, algunas veces cada mes. Hay menores entre los 6 y los 12 años. Ellos se amañan tanto que no quieren salir del Recreando, les gustan las amistades, los juegos y se van formando. Los de menos edad deben estar acompañados de un adulto. Las actividades recreativas se realizan en las canchas del Octavio Calderón o Jesús Obrero, en el parque de Manzanares, el Aula Ambiental o diversas cuadras del barrio.
Hacemos actividades de desarrollo integral, para formar seres humanos, adultos con una vida afectiva, personalidad definida, exitosa, feliz y participativa con su entorno. Además del servicio a los demás. Se necesita el apoyo del adulto. Buscamos que en el mañana no sólo contemos con personas eficientes, buenos ciudadanos, sino que podemos contar con mejores seres humanos. Que cada niño interiorice en su conciencia el valor supremo de la dignidad humana y el respeto a los derechos humanos.
En el proceso han pasado unos 150 menores, más niños que niñas, algunos se quedan, otros se van, pero siempre hay niños nuevos. Cuando pasan de la edad se van a otras actividades deportivas, pero vienen a la recreación, las salidas recreativas. En la temporada de vacaciones tenemos salidas especiales, varias de ellas apoyadas por el Inder, algunas las organizamos con los padres de familia, pero siempre aprovechamos los espacios gratuitos para los menores. Hay momentos en que vienen pocos, pero en actividades especiales, aparecen más y nuevos integrantes.
Las actividades recreativas del voluntariado las he vivido muy feliz, me encanta la labor que realizo. Gozo parejo con ellos, son descomplicados, disfrutan de las actividades.
En estos años el Inder y el Sena nos han actualizado en diversos temas de recreación. Muchos niños que han pasado por el recreando, ya son profesionales, otros están estudiando, trabajando, se han casado, o participan de grupos deportivos, aquí los vemos nacer a la vida.
